viernes, 1 de junio de 2012

consejos para los padres de familia

 


  1. Demuéstrenos por qué el embarazo adolescente es tan malo. que los padres y las madres adolescentes nos digan ellos mismos lo difícil que ha sido para ellos.
  2. Háblenos con sinceridad sobre el amor, la sexualidad y las relaciones. Ser joven no significa que no podamos enamorarnos o sentir un interés muy intenso por la sexualidad. Ayúdenos a manejar estos sentimientos de una manera responsable, sin que nos hagamos daño a nosotros ni a otros.
  3. No basta con que nos digan que NO debemos tener relaciones sexuales. Expliquen por qué opinan eso y pregunten lo que opinamos nosotros. Díganos cómo se sentían ustedes a esta edad, escúchenos y tomen en serio nuestras opiniones y por favor, no nos sermoneen.
  4. Aunque no estemos en una relación sexual, tenemos que estar preparados. Tenemos que saber cómo evitar el embarazo y las enfermedades que se transmiten a través de las relaciones sexuales.
  5. Si les preguntamos sobre la sexualidad o el control de la natalidad, no den por sentado que ya hemos tenido relaciones sexuales. Tal vez sea simple curiosidad, o quizás querramos hablar con alguien de confianza. Y no crean que al darnos información sobre la sexualidad y el control de la natalidad van a empujarnos hacia las relaciones sexuales.
  6. Pónganos atención antes de que tengamos problemas. Los programas para las madres y los padres adolescentes son magníficos, pero todos necesitamos ánimo, atención y apoyo. Prémienos cuando hacemos lo correcto, aunque no parezca gran cosa. No se limiten a inundarnos de atención solamente cuando hay un nene de por medio.
  7. A veces, lo único que se necesita para abstenerse, es que no se presente la ocasión. Si ustedes no pueden estar en casa con nosotros después de las horas escolares, vean que tengamos algo para hacer que realmente nos guste, allí donde haya más jóvenes y algunos adultos que se sientan a gusto con los jóvenes de nuestra edad. Muchas veces llegamos a las relaciones sexuales porque no hay nada más que hacer. No nos dejen tanto tiempo solos.
  8. De veras nos importa lo que ustedes piensen, aunque no siempre lo demos a entender. Cuando terminamos por no hacer exactamente lo que nos han dicho, no crean que fracasaron en su comunicación con nosotros.
  9. Demuéstrenos cómo son las relaciones buenas y responsables. A nosotros nos influye tanto lo que ustedes hacen como lo que dicen. Si demuestran generosidad, comunicación y responsabilidad en sus propias relaciones, es más probable que nosotros sigamos su ejemplo.
  10. Nosotros odiamos la consabida "plática" tanto como la odian ustedes. En vez de una lección, hablen con nosotros desde la niñez sobre la sexualidad y el sentido de responsabilidad. Y no dejen de hablarnos a medida que crecemos.
       

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